Durante los últimos meses han llegado a Grecia muchas organizaciones humanitarias con experiencia y recursos económicos, pero tendemos a ser una sociedad muy burocrática y rígida, características que, en una situación de emergencia como la actual, a veces no permiten llegar a todos los huecos y heridas abiertas.

 

Además de los proyectos concretos que hemos construido desde Holes in the Borders, las activistas en Atenas, junto a otras organizaciones y gente voluntaria, tratamos de llegar a esos recovecos, dedicamos nuestros días a solucionar los problemas cotidianos que surgen en el contexto de Atenas, con las personas que allí encontramos, en squats, en otros recursos o en la calle. Por ejemplo, que una mujer dé a luz y podamos acompañarla al hospital, que haya algún conflicto y se requiera un mediador, que personas refugiadas no tengan manera de conseguir comida durante días...

 

Somos voluntarias, activistas, traductoras, médicas, enfermeras, abogadas… Llevamos mucho tiempo en Atenas y las personas refugiadas nos conocen (y nosotras a ellas) y confían en nosotras. Cada día nos contactan para resolver pequeñas dificultades que surgen viviendo en un país extranjero.